Fiesta clandestina terminó con daños e incidentes

Varias personas que se encontraban en una vivienda del Barrio Procrear, siendo parte de una reunión social -algo que está prohibido por la cuarentena-, terminaron protagonizando incidentes contra la Policía. En el intento de huir, rompieron el ventanal de una casa vecina.

Efectivos de la Policía Comunal dispersaron a un grupo de jóvenes, en la madrugada del domingo, cuando salían de una vivienda de calle 9 de Julio al 500, al parecer luego de participar de una fiesta clandestina, alrededor de las 5:30 horas.
Un joven fue retenido, en tanto que otros lograron darse a la fuga. En la información de la Policía Comunal, se indicó que «personal policial acudió a un llamado de una reunión no autorizada en una vivienda del Barrio Procrear en inmediaciones al Prado Español, sobre calle 9 de Julio» y agregó que «al momento en que los concurrentes se daban a la fuga del lugar para evitar su identificación, uno de ellos menor de edad, cayó accidentalmente sobre la ventana de un domicilio vecino, dañando la misma. De esta forma se logró identificar al autor del daño, pero también identificar a los vecinos que se habían reunido en dicha propiedad», quebrantando en forma clara el aislamiento social preventivo y obligatorio, en concordancia por los Decretos Municipales, por lo que se dieron inicio a Causas Federales por infracción al ART. 205 del Código Penal, con Intervención del Juzgado Federal de Azul, para el propietario del lugar y todos los concurrentes.
En medio del revuelo, uno de los adolescentes fue empujado por otro contra el ventanal principal ubicado en el frente de la vivienda del matrimonio compuesto por Mery Rodríguez e Ignacio Peruchena, en calle 9 de julio 589, casi avenida Alvear.
Eran las 5.30 horas cuando el matrimonio y sus hijos fueron sorprendidos por el estruendo, según describieron en las redes sociales, con una marcada indignación por lo sucedido.
Si bien no hubo heridos, el forcejeo generó que el ventanal de 1,70 de alto por 1,50 de ancho se quebrara, dañando además los marcos.
La docente Meri Rodríguez, que vive en la casa dañada, en su descargo en las redes sociales, publicó lo siguiente: «Estábamos durmiendo como corresponde cuando de repente escuchamos un gran estruendo y golpes sobre nuestra casa. Una decena o más «personas» alcoholizadas y quién sabe qué más, a los gritos, parecían discutiendo. Terminaron tirando y empujando a un individuo sobre nuestro ventanal. Obviamente rompió con su cuerpo el vidrio y demás partes de la abertura. Lo podrían haber matado. La Policía presente e incluso disparando para disipar los inadaptados. Todo fue producto de una fiesta o juntada, prohibida por supuesto. A esta gente cuando más le prohibís más desafían. El vidrio y lo demás se arregla por suerte, sus cabezas no».

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