Gutiérrez: «El Bloque Cambiemos falta a la verdad»

Concejal Débora Gutiérrez, de "Rauch por la inclusión".

Se agudiza el conflicto político, tras el quebrantamiento del bloque de legisladores del oficialismo. Este lunes se conoció otro comunicado de la renunciante Débora Gutiérrez – quien armó su propio bloque-, respondiendo a sus pares, a quienes trató de someterla al «escarnio público». También plantea la indiferencia sobre el tema de la Dirección Municipal de Mujeres, Género y Diversidad.En su nueva arremetida, la concejal Débora Gutiérrez volvió a criticar a sus ex compañeros de bloque. Fue mediante un comunicado, donde puntualizó que «ya había comunicado previamente que me iba del bloque NO del partido radical». En su descargo, respondiendo a la nota que la semana pasada emitió su ex bloque, desmintió que su alejamiento fuera sorpresivo ya que en varias oportunidades exigí reuniones con el bloque, con autoridades del comité de la UCR local, y con el Intendente por la discriminación y la violencia política que padecía».
De esta manera se abre un nuevo capítulo en «Juntos por el Cambio», con fuertes acusaciones de la concejal que ahora conforma el bloque unipersonal «Rauch por al inclusión.

Lo que dice el comunicado.
«Con respecto al comunicado emitido por el Bloque de Cambiemos con fecha del día 9 de Junio, en torno a mi renuncia al bloque y la conformación del Bloque Unipersonal «Rauch por la Inclusión», me veo en la obligación de responder a raíz de la revictimización hacia mi persona que el mismo supone:
El bloque Cambiemos falta a la verdad, y busca correr el foco de mi denuncia, y me somete al escarnio público con la acusación de que me apropié de la banca por la cual fue elegida en 2017, cuando ya había comunicado previamente que me iba del bloque NO del partido radical.
NO fue una decisión sorpresiva, ya que en varias oportunidades exigí reuniones con el bloque, con autoridades del comité de la UCR local, y con el Intendente por la discriminación y la violencia política que padecía.
NUNCA se generó espacio de diálogo para abordar con seriedad la discriminación y la violencia política que venía denunciando. Llegué a esta instancia después de agotar todas las vías correspondientes para encontrar una solución, y me dejaron sin alternativas.
NO reconocen la discriminación y la violencia política que denuncié porque las
prácticas están arraigadas y naturalizadas, y no cuentan con herramientas en perspectiva de género, y confunden debate e intercambio, con atropellos y
descalificaciones.
SIEMPRE busque el trabajo en equipo, y nunca me incluyeron, y no es verdad que priorice proyectos personales, solo reclamé la implementación de un proyecto que fue utilizado sin mi consentimiento, que de haber sido solicitado no hubiese tenido inconveniente ya que el objetivo del mismo era su rápido tratamiento y posterior implementación.
También, quiero aclarar que estemos pasando momentos difíciles como los que nos encontramos atravesando, con la pandemia de COVID-19, NO significa que tengamos que abandonar la lucha contra la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.
No puedo dejar de mencionar, las presiones de diferentes sectores a las iglesias evangélicas que se solidarizaron con la situación denunciada, que desde las sombras buscaron tergiversar deliberadamente que era una cuestión política partidaria, invisibilizando la violencia de género.
Asimismo, quiero dejar sentada mi preocupación ante la indiferencia sobre el tema de la Dirección Municipal de Mujeres y Géneros, cuyo objetivo es brindar protección y asistencia a quienes atraviesan situaciones de violencia y también trabajar en la promoción de un verdadero cambio cultural que promueva más igualdad de oportunidades. Por otro lado, quiero comunicar que realicé la correspondiente denuncia por violencia política y discriminación en los ministerios de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD) de Nación, y en el de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, para comenzar a pensar qué transformaciones hay que hacer en todos los estamentos, para que este tipo de violencias no se siga
invisibilizando y se incorpore la perspectiva de género.
Y por último, y a raíz de una lamentable situación vivida, apelo a que los medios de comunicación locales traten adecuadamente la violencia de género que no supone únicamente sacar del silencio la dura realidad y el sufrimiento de tantas mujeres, como se está haciendo, sino hacerlo también desde una óptica coherente y responsable,
que no olvide los límites de la ética informativa».

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