Este viernes los legisladores debatieron el proyecto que envió el Poder Ejecutivo. El oficialismo habló de «un presupuesto equilibrado»» mientras que la oposición objetó el destino de algunas partidas y la subejecución de las contribuciones especiales.
Esta mañana se concretó la sesión especial para dar tratamiento a la rendición de cuentas de 2019 de la administración central y del organismo descentralizado Hospital Municipal.
El proyecto fue aprobado por unanimidad, tras casi 2 horas de debate. La presentación estuvo a cargo del Concejal Leandro Zudaire que junto a su par Lucrecia Herrería fueron los únicos que hicieron uso de la palabra. En tanto por el bloque Frente de Todos, hablaron los 5 ediles, comenzando por María Lamarche que efectuó las lecturas generales del proyecto, con varios cuestionamientos para el Municipio y sobre todo el Hospital Municipal. Luego los demás legisladores se focalizaron en diferentes partidas, de gastos y recursos, como pago a proveedores, educación, asistencia social, partidas subejecutadas y fondos afectados. Para el 2019 el presupuesto alcanzó los 757 millones de pesos, según se mencionó en el recinto.
Leandro Zudaire indicó que «hablamos de una rendición que trajo progreso y bienestar a la sociedad de Rauch» y agregó que «en general vemos un estado financiero consolidado con un superávit de 14,6 millones de pesos, que representa el 2% de la ejecución del presupuesto total». Resaltó el aporte de la tasa vial, con casi 70 millones de pesos aportados durante 2019.
Sostuvo que «observamos una buena ejecución de los recursos, con un presupuesto equilibrado, una gestión con progreso, con una buena prestación de servicio, en concordancia con lo que pagaron los contribuyentes, con las obras que mejoraron la calidad de vida de los rauchenses, que nos lleva a pensar que tenemos que votar positivamente esta rendición».
Lo que dijo la oposición. En tanto desde el Frente de Todos, la legisladora María Lamarche planteó las debilidades que tuvo la ejecución del presupuesto del año pasado. La legisladora indicó que «en este análisis tenemos una lectura contradictoria, si vemos al 31 de diciembre que se concluyó con una gestión que ejecutó 757 millones de pesos, se puede pensar en una gestión exitosa, pero si profundizamos vemos que parte de ese incremento se debió a un fuerte proceso inflacionario que llevó al aumento de la coparticipación, que hubo un aumento de tasas por encima de los ingresos de los trabajadores y de la producción en general, con pérdida de poder adquisitivo».
Negó que se tratara de «un presupuesto equilibrado», sino que «tenemos por un lado un superávit millonario en la administración central y un déficit millonario en el Hospital, cuya gestión, a cargo de Daniel Arguello y Pablo Otegui, podemos considerar que tuvieron un aplazo como administradores de un hospital casi en llamas, más allá de su entrega y vocación por la salud, la cual reconocemos y no ponemos en discusión».
Los cuestionamientos siguieron con la falta de pago a los proveedores, por unos 40 millones de pesos al cierre del ejercicio. También la subejecución de partidas de contribuciones especiales en seguridad ciudadana, iluminación LED, educación universitaria y fondo educativo. También plantearon la falta de recursos para desarrollo productivo, deportes y cultura, con partidas que no se ejecutaron en su totalidad. También visibilizaron la falta de recursos para el programa Vivienda Digna (1,5 millones de pesos ques e ejecutaron en su totalidad), indicando que se podría haber ampliado la partida para atender necesidades habitacionales de muchas familias.
