Escribe Marcelo Jaureguiberry
Recibo un mensaje de Alicia con la noticia del fallecimiento de Edgardo -Cacho- Deltell, enseguida mi película comienza a mil, mil imágenes de amor, fraternas, adorable, encuadres, colores, vestuario, música, secuencias y demás .Por deformación profesional, veo el mundo y sus hechos en escenas… y esto me sucede con las cosas de la vida que llevo siempre, con las otras nada, son las que me olvide para seguir viviendo.
Yo niño, vereda de Bolivar al 200, jugábamos al elástico con Graciana Barragán, ahí conocí a Cachito, venía de La Plata – estudiaba arquitectura en la Universidad- a visitar a Pepe y su señora Nelly Marchisio que vivía en la cuadra. Saludaba a todos con una sonrisa inmensa debajo de unos anteojos a lo Andy Warhol, muy de la época. No sé si a nosotros nos saludó, pero aquí pongo que sí -me conviene para el guion-, Graciana seguro se acuerda, aún vive en Bolivar al 200.
Volúmenes bancos, funcionalismo, estructura etc. Un montón de conceptos que después me explique, fue mi primer acercamiento a Cacho arquitecto, era en el campo de Dr. Pizzorno. Angélica había encargado el diseño de su casa de campo a Deltell, y yo amigo de Andrea conocí a Deltell arquitecto en mi adolescencia una vez que fuimos al campo. Nunca olvide ese primer acercamiento… por eso lo integro en las primera en la secuencia de esta peli.
Años después en La Plata me apoyo emocionalmente y económicamente, eran tiempos difíciles para un chico difícil como yo. Supe de su mesa de almuerzo los domingos, de los viajes a Rauch en un Falcon y demás. Pero más tarde fui parte de su estudio como dibujante nada más y nada menos que del proyecto del Polideportivo Municipal, una obra que dejo huella en Rauch de la gestión de Jorge Ramon Ugarte, la pileta que taparon los radicales y ahora que me acuerdo el techo de la terminal que por años quedo inconclusa y le decíamos la Plaza techada.
Cacho era demasiado para una UCR de ese entonces que no lo comprendía, el hacía política a través de sus obras, innovaba, exigía, y para la política era un poco peligroso. Han pensado en la dupla Arquitectura y política…. Bueno, yo creo que Cacho lo hacía pero por innovador, sin tomar conciencia de que su plaza techada o su futura piscina tapada podría ser peligrosa para los que gobernaban en la época. Cacho era un innovador, iba más adelante con la acción, y la acción era sus obras y esto era imperdonable para el proyecto de la UCR del futuro de nuestro Rauch. Cacho hacía política con la arquitectura.
Claro, no discutía, no agredía, trabajaba, accionaba, convencía y siempre sabía que su obra se iba a concluir y en eso era admirable y un gran maestro.
Digo esto porque es parte de mi historia con Cacho…
Después fue revindicado con el gobierno de Nico Sica y la dirección de obras de Pedro Erreca con la construcción del Museo Municipal Jorge Bonadeo y con el proyecto del balneario.
El niño, ahora arquitecto formaba grupo creativo para el proyecto de la remodelación del Balneario Municipal. Fluíamos, nos divertíamos, armábamos estrategias de uso del lugar manteniendo la arboleda existente, eso no era negociable….. Tanta vida en ese sitio, nuestra infancia, en fin… Así compartí con él esta obra que cada vez que voy a Rauch visito y me emociono y agradezco
Decía una amiga, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, que era genial ser arquitecto, porque una deja obras que perduran en el tiempo, eso es lo que me pasa en el Balneario, me acuerdo hasta de la primera idea que tiramos con Cacho al papel, y aquella innegable e irresponsable aventura de pensar un espacio para que la gente sea FELIZ. Esa creo yo es la tarea del arquitecto, hacer espacios para que la gente viva Feliz.
Me dejo muchas enseñanzas, pero creo que con dos podría acerca a ustedes su universo increíble:
LA OBRA PUBLICA ES DE HORMIGON, LADRILLO VISTO Y MOSAICO CALCAREO, PORQUE EN ESTE PAIS NUNCA HAY DINERO PARA EL MANTENIEMIENTO DE LOS EDIFICIOS PUBLICOS (ahí está el Polideportivo, intacto después de tantos años de un uso intensivo.
LA VIVIENDA UNIFAMILIAR TIENE QUE SER DE VOLUMENES SIMPLES, UNA CHIMENEA ENCENDIDA Y PAREDES BLANCAS, después los propietarios le pondrán su identidad, ahí está la casa de sus hermanas Chichina, Marina -enfrente de la escuela 15- y la casa de Pepe y Nelly en la avda. San Martin.
Hoy escribo estas palabras y podría hacer con Cacho otras pelis, pero prefiero esta, una testimonial.
No sé si es el testimonio que quiero dar, si el punto de vista es el correcto, si la estrategia argumental genera interés, pero este relato es parte de mi película.
Más allá de todo, necesito despedir a cacho con poesía, porque él era un poeta del espacio, un político desde la arquitectura, y hacia arquitectura para la gente. Rauch es un antes y un después de sus obras.
Queda en Rauch su legado, una marca indeleble en el tiempo, como decía mi amiga. Él está en sus obras, en la permanencia de esa obra y en la sonrisa de un niño en pleno enero en el balneario
La próxima vez que vaya a Rauch, tirare al Chapoleufú un ramo de claveles, para despedirlo con poesía….Lo que no sé es el color de los claveles creo que blanco….si blanco…. Él no estaba en contra de nadie y a favor de todos.
Arq. Marcelo Jaureguiberry
Sobre Edgardo Deltell. El arquitecto Edgardo Aníbal Deltell falleció el sábado 27 de abril de 2024, a los 80 años de edad. Desde hacía varios años residía en la ciudad de La Plata, aunque con frecuencia se llegaba hasta su Rauch natal. De trato ameno y cordial, «Cacho» Deltell tejió lazos entrañables en la ciudad por lo que siempre será recordado.Los restos de Deltell fueron velados en Rauch y descasan en la Necrópolis local para su eterno descanso.