Se trata de la puesta en marcha del programa Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias (Pupas), que son unidades mínimas de trabajo del sector alimenticio de tipo familiar, individual o de forma asociativa, dedicadas a la producción de alimentos artesanales a nivel local.
Desde el lunes 4 de enero, en la Secretaría de Desarrollo Productivo, se pueden inscribir en el registro de Pequeñas Unidades Productivas Alimenticias (PUPAS), todas aquellas personas que actualmente están elaborando alimentos en sus hogares, con el propósito de realizar una actividad que les genere ingresos económicos.
Esta iniciativa tiene como objetivo desarrollar las diversas actividades productivas para consumo humano generando alimentos inocuos y de calidad, garantizando las condiciones de higiénico- sanitarias en los espacios físicos donde se elaboren los productos.
Cabe señalar, que las PUPAS son unidades mínimas de trabajo del sector alimenticio de tipo familiar, individual o de forma asociativa, dedicadas a la producción de alimentos artesanales a nivel local.
Esta iniciativa, que cuenta con el acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familiar, de la Escuela de Emprendedores, de la Sala de Elaboración de Alimentos, de Bromatología, de Inspección General, del INTA, del INTI, de la Cámara Comercial, Industrial y de Servicios de Rauch, se puso en marcha, tras la ordenanza aprobada este año por parte del Concejo Deliberante.
El titular de Desarrollo Productivo, Daniel Poffer, en diálogo con Prensa Municipal, indicó que «el programa se generó a partir de una iniciativa del ex titular del área Juan Manuel Zelaya, se viene desarrollando hace bastante tiempo, buscando regular la elaboración de alimentos en pequeñas escalas, creando productos con valor agregado, estimulando el empleo independiente».
Desde dicha secretaría se busca contar con un registro de los elaboradores que trabajan en sus hogares, con motivo de poder llegar con capacitaciones para la buena práctica de elaboración de alimentos, que sean aptos para el consumo humano.
Esta propuesta sería un paso anterior del emprendimiento, antes de llegar a la sala municipal de elaboración de alimentos, que funciona en el SIPLA, donde las exigencias de inocuidad alimentaria son mayores que las fijadas para el programa PUPAS. Sobre la tarea que se realiza en la Sala de Elaboración de Alimentos ubicada en el SIPLA y que es utilizada por emprendedores locales, Poffer manifestó que «tiene un rol muy importante en el territorio, con una mirada más regional».