La tradicional iniciativa, en adhesión a la Semana Santa, se realizó el jueves, de 9 a 12 horas, con unos 200 jóvenes que se sumaron a colaborar para visitar los hogares en busca de las donaciones. Pasado el mediodía se contabilizaban algo más de 3000 unidades de alimentos. Desde la sede se asisten a unas 50 familias.
Alrededor de 200 adolescente fueron parte de la tradicional colecta de alimentos de Cáritas, en el marco del «jueves del amor», de Semana Santa. Las autoridades de la entidad local junto al Padre Estanislao Fariña llevaron adelante la organización integral este jueves, de 9 a 12 horas, que contó con numerosos colaboradores quienes coordinaron los grupos de chicos, que en tres horas recorrieron los hogares de la ciudad.
Con sus mochilas al hombro, chicos y chicas le imprimieron su frescura, alegría y entusiasmo a la colecta de alimentos no perecederos que a lo largo del año serán entregados a familias de bajos recursos. Con una «barrida» por la ciudad, lograron juntar algo más de 3000 alimentos, según las primeras estimaciones de la institución.
Como en anteriores oportunidades, dos unidades de Bomberos, con 4 agentes se sumaron al trabajo solidario de los chicos y sus colaboradores.
Esta vez debido a la buena cantidad de participantes, se pudo concretar un amplio recorrido por todos los barrios y se llegó a la mayoría de los hogares, donde muchos estaban enterados de la colecta y abrían sus puertas con alimentos en mano para entregarlos.
«hoy es jueves santo por Jesús, que dio todo de si, que se llenaba de alegría porque otros estén mejor y ojala que nosotros nos llenemos de alegría, tratando de que otros estén mejor, aspirando a la caridad no solamente nuestra sino de todos los demás. Todos ustedes van a ser instrumento de que alguien más se sienta bien porque ayudó a otra persona», sostuvo el Padre Estanislao Fariña, en la apertura de la colecta, rodeado de los jóvenes.
«En los tiempos finales lo que realmente vale son los gestos de amor, de caridad, y hoy queremos aprender a eso, y hoy nos toca recolectar alimentos, pero también la relación y el respeto del grupo que conforman, si alguien se queda atrás lo esperamos, y aceptamos la tarea que nos van dando y hacemos un gran equipo en común», señaló el Padre, para luego pedir que todos se tomaran de la mano como un modo de consolidar ese gran grupo.
Cerca de las 13 horas todas las donaciones estaban ubicadas en el depósito de Cáritas, con la ayuda de los propios jóvenes, que fueron seleccionando los alimentos en las mesas que se habían ubicado en el pasillo de entrada a la sede.
Varios grupos cubrieron más de un recorrido hacia las distintas manzanas, para cubrir más lugares de la ciudad.