Al cumplirse cuatro décadas de las elecciones que devolvieron la democracia a la Argentina, se concretó este lunes 30 de octubre un emotivo homenaje al ex presidente Raúl Alfonsín.
El encuentro se desarrolló por la tarde frente al Palacio Municipal, donde se encuentra el busto que recuerda al dirigente radical.El Intendente Maximiliano Suescun acompañó el acto – homenaje que se le brindó al Dr. Raúl Alfonsín, al cumplirse 40 años de las elecciones que lo eligieron como Presidente de los Argentinos y el inicio de la vuelta a la Democracia. El mismo se desarrolló frente al busto del ex mandatario nacional, ubicado en la plazoleta del Palacio Municipal. Junto a él estuvieron los ex Jefes Comunales Nicolás Sica y Jorge Petreigne, concejales del oficialismo, funcionarios y vecinos.
El doctor Mario Ibargoyen, ex legislador y actual funcionario del Municipio, fue el único orador. Del acto participaron entre otros, el intendente Maximiliano Suescun, los ex jefes comunales Nicolás Sica y Jorge Petreigne, además de legisladores, funcionarios y militantes.
Suescun, Sica y Petreigne acompañaron a la militante Margarita Alzola en la colocación de una ofrenda floral al pie del busto que recuerda al «padre de la democracia».
Ibargoyen, al recordarlo, tuvo emotivas expresiones sobre la figura de Alfonsín y a la época que en lo personal le tocó vivir cuando era un muy joven militante.
«Feliz día de la democracia. Pareciera que es el aniversario de un triunfo electoral, pero en realidad como lo decía Alfonsín es el festejo de la democracia», comenzó diciendo Ibargoyen al hacer uso de la palabra.
Recordó Ibargoyen que para los 35 años de la vuelta de la democracia «se hizo un reconocimiento a todos los partidos políticos de Rauch que participaron activamente de la recuperación de la democracia. A los que nos tocó aquella fecha, con el tiempo nos dimos cuenta que fue una fiesta».
Y siguió: «en la campaña electoral de 1983 el radicalismo salía con 10 vehículos a pegar carteles y el peronismo también salía con 10 vehículos a pegar carteles. Era una participación cívica, masiva y extraordinaria. En aquel momento advertíamos que no volveríamos a ver. Y era normal», porque «con virtudes y defectos, la democracia se fue haciendo parte de nuestras costumbres».
Ibargoyen destacó el legado de Alfonsín «en política exterior, seria y responsable, asociándonos con democracias razonables y solucionando conflictos como el de Chile». También recordó la implementación de «políticas sociales» que se basaban «en la solidaridad y la dignidad de las personas, poniendo a la educación por encima de todo como herramienta de inspiración nacional».
Y cerró: «me costaría mucho encontrar ex presidentes en Argentina que tuvieran el valor de la humildad tan marcada como en estas palabras tan sencillas como un tipo tan trascendente e importante para la historia política de la Argentina».