El joven piloto rauchense debutó en la categoría, a bordo de un Ford Sierra. Lucas Bayala, obtuvo el premio 30 años de APAC, en la final de la A. En tanto en la B, se impuso Angel Omar Díaz, tras una recarga de tiempo a Santiago Elgadab.Participaron Pablo Buduba, Lucas Fructuoso y Federico Rodríguez Prieto.
El joven piloto rauchense Agustín «Pepito» Larroudé tuvo una destacada actuación, en lo que fue su debut en el Turismo Sport 1850, categoría que acompañó a lo que fue la gran y única presentación de la APAC, en sus clases A y B, en el autódromo de la ciudad de Mar del Plata, durante el pasado fin de semana.
El Turismo Sport 1850 que acopió catorce máquinas, elaboró una definición sobre once capítulos, con el dominio del campeón Damián Pedrero, superando al ex-kartista de Rauch, por 1 seg. 61/100, alcanzando el reaparecido Gustavo Tiede el tercer escalón del podio. En esta categoría también fue de la partida Lucas Fructuoso.
Bayala campeón. Lucas Bayala quedó en lo más alto del podio, en la Clase A de Apac. El piloto puso rápidamente las cosas en su lugar, pero debió manejar con criterio las acciones de una ardua batalla. El ex-campeón del TP, manejó con la punta de los dedos el Falcón, para neutralizar los embates primero de «Manu» Macuso y luego de Tomás Eracarret.
«Bayalita» logro una histórica conquista en la legendaria especialidad, celebrando los 30 años de la categoría y por vez primera, en un circuito de asfalto. En orden de méritos, valioso segundo lugar de Tomás Eracarret con el Falcón, y el tercer escalón del podio para el joven «Manu» Macuso, con la Chevy. El rauchense Pablo Buduba quedó en la octava posición.
Campeón de Miramar. En la Clase B, se impuso Angel Omar Díaz. El piloto de Miramar llegó segundo, pero quedó primero, tras un recargo de tiempo sobre el ganador en la pista Santiago Elgadab. Segundo fue Matías Castañino con el Torino-Ford. El tercer escalón del podio, fue ocupado por Martin Miguel Soto. En tanto el rauchense Federico Rodríguez Prieto giró el sábado, pero problemas en el chasis, lo llevaron a desistir de seguir corriendo, a fin de evitar posibles roturas, teniendo en cuenta el esfuerzo económico que demandó preparar el auto.
