Los pilotos de acrobacias Jorge Malatini, Roberto Buonacuore y Leo Ferraris fueron las grandes atracciones, con sus vuelos acrobáticos. A ellos se les sumó Ignacio Crowder, con un avión Harvard MK-IV/North American T-6 de la segunda guerra mundial.
Durante el sábado y domingo una multitud vivió un evento increíble. Se trató de la octava edición de «Rauch vuela 2023», a cargo del Club de Planeadores «Alas de Rauch». en el aeródromo local los vuelos acrobáticos, de bautismo, en globo aerostático, saltos en paracaídas, fueron algunas de las principales atracciones. Párrafo aparte para los aviones Pampas, de la 6ta Brigada Aérea de Tandil, que estuvieron participando en las dos jornadas.
A todo el show en el cielo, hay que sumarle las exposiciones comerciales y de artesanías, y el patio gastronómico. En ellas los empresarios y emprendedores locales dijeron presente, junto a los feriantes de «Manos Creativas», informó Prensa Municipal.
El domingo por la tarde, ante un gran marco de público que estaba observando el movimiento de los aviones, se dio la inauguración del espectáculo. Allí, el Intendente Maximiliano Suescun indicó que «este (Rauch) es el mejor lugar en el mundo, donde vivimos. Durante estos dos días nos han deleitado, son dos días de fiesta para Rauch».
Seguidamente agradeció a los integrantes del Club «Alas de Rauch», como también a las empresas comerciales que acompañaron el evento.
«La gente de Rauch acompaña y apoya para que esto crezca día a día» manifestó, agregando que «este espectáculo le hace bien a Rauch y a los rauchenses, nos pone en el mapa y nos hace conocer. Les pido al Club «Alas» que se siga superando, que cada evento sea mejor».
En tanto Guillermo Tobía, presidente del Club «Alas de Rauch» reconoció el aporte del Municipio, tanto económico como logístico. Seguidamente afirmó que «les agradecemos al público el respaldo, que disfruten de toda esta propuesta. El Rauch Vuela ha instalado a la ciudad a nivel nacional».
Durante las dos jornadas, Jorge Malatini, Roberto Buonacuore y Leo Ferraris fueron las grandes atracciones, con sus vuelos acrobáticos. A ellos se les sumó Ignacio Crowder, con un avión Harvard MK-IV/North American T-6 de la segunda guerra mundial.
En esta oportunidad, el Club organizó dos amplios estacionamientos. Allí, los concurrentes pudieron dejar sus vehículos y estar cerca del evento. Los mismos estuvieron a cargo de la Escuela Agropecuaria «Eustoquio Díaz Vélez» y del Rauch Auto Moto Club; asimismo hubo un gran trabajado entre Control y Seguridad Vial y la Policía, en la zona de la Cruz, para el ingreso y egreso de los participantes al festival.
