Se realizó clínica de patinaje artístico para personas no videntes

María Sol Campos y Camila Gorosito, patinadoras no videntes.

Estuvieron en Rauch las patinadora no videntes María Sol Campos y Camila Gorosito, junto a su entrenadora Aylén Barrios, oriunda de la Ciudad de Buenos Aires. La actividad contó con una discreta presencia de público.

Tal como estaba previsto, el día sábado 11 de noviembre a las 16 horas, en las instalaciones del Polideportivo Municipal, se realizó una jornada de Patín Artístico, bajo el método «Canela».
Esta actividad se desarrolló bajo la organización de las Secretarías de Desarrollo Humano y Familiar, a través de las Dirección de Deporte y Discapacidad, y de Desarrollo Productivo, con la Subsecretaria de Cultura y Turismo, y la Asociación de Ayuda al No Vidente y Disminuido Visual.
Estuvieron en Rauch la patinadora florense María Sol Campos y su entrenadora Ailen Barrios, oriunda de la Ciudad de Buenos Aires. También participó la patinadora capitalina no vidente Camila Gorosito, que hace un año comenzó a patín y en Rauch dio su primera exhibición coreográfica.
En la apertura habló el presidente de la Asociación, Julio Ardiles, quien agradeció al público que se acercó en el SUM, como también a las patinadoras visitantes. Estuvo acompañado por la directora de discapacidad, Lic. Aldana Morales.
Asistieron a la clínica las profesoras Gabriela Miñola y Jazmín Verea y varias alumnas de la Escuela Municipal de Patín.
En relación a la presentación de las patinadoras, en la primera parte dialogaron con los concurrentes, contando cómo se desempeñan en forma diaria, a pesar de su ceguera y luego explicaron como desarrollan su pasión por el patín. Luego fue el turno de hacer las coreografías, a cargo de las anfitrionas.
El método «Canela» se basa en la colocación de parlantes con sonidos rítmicos de metrónomo que van de graves a agudos en los extremos de la pista, que permiten que las personas con disminución visual puedan ubicarse de forma autónoma en el espacio, para poder concretar la presentación de sus coreografías, mientras el público se mantiene en silencio para que la patinadora no tenga interferencias de sonidos externos a los que emiten los parlantes.

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