Rauch, seis meses sin coronavirus: un fenómeno único y explicable

La ciudad del centro de la Provincia de Buenos Aires es una de las tres que se mantiene sin casos positivos. Un caso de estudio. La explicación del Intendente Maximiliano Suescun, del Director del Hospital Juan Pedro Achaga, y del funcionario de Bromatología Adrián Guaita.

Enclavado en el centro de Buenos Aires, lejos de todo y cerca de mucho, Rauch es uno de los tres pueblos de la Provincia (junto con Adolfo Alsina y General Pinto) que resiste ante el embate del coronavirus.

Al cumplirse este domingo primaveral de setiembre los seis meses de cuarentena (que se extenderá por otras dos semanas tras el anuncio del Gobierno el viernes), la ciudad goza de un privilegio único y envidiable para el resto. Con su producción abocada casi en exclusividad a lo agrícola ganadero, acá todo continúa como casi nada. Tras dos meses de cuidados extremos como en todo el país al principio, el intendente Maximiliano Suescun (de la fuerza Cambiemos) comenzó la “revolución” con medidas poco esperadas: antes que nadie permitió la apertura de los comercios y las actividades al aire libre y actividades deportivas. Para avanzar con criterio propio, el Jefe comunal contó con un socio inesperado: el singular Director de salud, el médico Juan Pedro Achaga, de raíz justicialista (fue concejal dos veces y ocupó de manera interina la intendencia en la gestión de Jorge Ugarte). Entre ambos, y con una colaboración incesante del personal municipal, del Hospital y de toda una comunidad comprometida con el desafío, Rauch arriba hoy al medio año sin casos positivos… Ni sospechosos. Pero, ¿qué fue lo que pasó?.

En un pueblo acechado por el virus, con Ayacucho, Tandil, Olavarría, Azul, Cacharí entre otros que le rodean la manzana, Rauch ha logrado mantenerse “limpio”. ¿Suerte?. Seguro. Imposible no tenerla. Sin embargo, cuando nos introducimos en la palabra de los protagonistas, encontramos algunas razones y respuestas que permiten entender este fenómeno que día a día se torna más (in) explicable. Porque podrá haber casos positivos mañana, pasado, en los próximos días. Pero estos 180 días sin, ya entraron a la historia.

“Ni mejor ni peor”.

Adrián Guaita es Director de Bromatología del Municipio. Desde el primer día se puso al hombro –como muchos- el desafío de impedir que el virus demore lo más posible en entrar a la ciudad. Un dato explica en parte el inacabable trabajo: desde el 22 de Abril -cuando se comenzaron a registrar los operativos de desinfección-, hasta el 17 de setiembre, se llevaban realizadas 11739 intervenciones, en 177 días.

“Las medidas tomadas que ejecuta el área de Bromatología en cuanto a las desinfecciones y acompañamientos, tienen la función de asegurarse el no ingreso a los domicilios y comercios de personas de localidades donde hay circulación viral. Dicha restricción es fundamental en cuanto a la prevención. Es muy normal que viajantes y proveedores, que muchas veces vienen hace mas de 30 años, se hagan amigos de sus clientes, por lo que en cada visita comparten charlas, almuerzos, cafés y hasta mates” explica Guaita con conocimiento de causa. Y reconoce que “la comunidad de Rauch es muy particular (ni mejor ni peor, distinta a otras); la mayoría de las personas han cumplido con las medidas de protección solicitadas. Un porcentaje pequeño solo no lo hace”.


Guaita igualmente reconoce que ha sido necesaria una cuota de fortuna, ya que siempre hay una porción de gente que “miente del lugar al que viajó, que pasa a escondidas, familiares de vecinos de Rauch que estaban afuera y ahora están aquí que no vinieron enfermos, proveedores y viajantes que muchas veces ocultan información respecto a hoja de ruta y han pasado por algún lugar de circulación viral. Por eso, por los ítem enumerados anteriormente y otros más, hay que atribuirle un merito también a la suerte, sin desmerecer el trabajo realizado por los puestos de control y obviamente por la Oficina de Bromatología que merece un párrafo aparte”.
Desde el día que la Mesa de Emergencia local sumó la ciudad de Tandil entre las de restricciones de ingreso, el intendente Suescun incorporó a los funcionarios para los acompañamientos, y algunos todavía están colaborando.
“También desde hace un par de semanas están colaborando las combis de transporte escolar, también con mucho compromiso en su mayoría. Esto habla de una comunidad implicada en sobrepasar la situación” agrega Guaita orgulloso con el trabajo del equipo municipal.

El funcionario destaca a los vecinos que en todo este tiempo han realizado denuncias anónimas y que han ayudado al control, que “han contribuido a corregir y notificar a personas que no han cumplido con lo solicitado en cuanto a las restricciones”. Y pide subrayar en un apartado especial a “los tres compañeros de trabajo de Bromatología que se han bancado todos estos meses sin faltar ni un solo día, dejando todo, sobreponiéndose a situaciones complejas a diario, con gente que se extralimita en su comportamiento”.

Adrian Guaita, director de Bromatología.
Trabajo Cuerpo a cuerpo.

El Dr. Juan Pedro Achaga asumió en su cargo de Director de Salud en el mes de diciembre. Fue una apuesta sin precedentes del intendente Suescun. Casi sin tiempo a desarrollar ningún plan de salud, Achaga debió abocar sus días exclusivamente a prevenir el ingreso del virus a Rauch, y a planificar la estrategia para los eventuales contagios.

Según sus propias palabras, el éxito hasta ahora está basado en “la transgresión” con que se enfrentó la pandemia. “Una de las medidas que tomamos más precozmente fue no considerar solo los países de riesgo a los de Europa, además de China, Irán, Japón… (como fuentes de contagio), sino que directamente apuntamos al avión. A tal punto de que antes que el virus estuviera en América, nosotros mandamos a cuarentena a gente que venía de EEUU, de Colombia, Brasil y hasta de Ushuaia”.

El funcionario enumera casi de memoria las medidas que se fueron implementando con reflejos para prevenir el ingreso del virus: “también con los barbijos fuimos precoces, cuando su uso estaba en discusión. A nivel bromatología, más de 11000 autos fueron desinfectados al ingreso a la ciudad. Achaga resalta que se ha hecho un trabajo de hormiga en el acompañamiento y control de la gente que viene de afuera de lugares de circulación viral. Y en este sentido destaca que el Gobierno local ha establecido sus propios lugares considerados como de posibilidad de contagios.

Juan Pedro Achaga, director de salud.

Siguiendo con la línea de lo no convencional, el Director de Salud dice que “hemos trasgredido todo lo que es considerado esencial. No tuvimos en cuenta a los camioneros: los mandamos a cuarentena prácticamente a todos. Hemos mandado a aislamiento a policías, incluso a muchos los hemos hecho volver desde Rauch a sus lugares como Ayacucho o Mar del Plata. No hemos permitido el ingreso de médicos (que también son esenciales). Todo lo que es esencial lo tomamos siempre con pinzas, considerando que el virus no sabe quién es esencial y quién no”, asegura convencido de lo hecho hasta aquí.

Y enumera tres medidas más para comprender la magnitud de lo trabajado para impedir el ingreso del virus a nuestra ciudad:

1) Cree que fue acertado haber reforzado con vecinos pagos para los puestos, “cuando la gente había decaído ya por cansancio”.

2) Reivindica el uso de la oblea, “que cumple un rol importante también porque descongestiona mucho y al tenerla hace que no desconcentre a la gente de los puestos, porque así saben que el auto es de Rauch. Y que no los distraiga para atender a la gente que verdaderamente hay que pesquisar.

3) Por último, y en la medida más reciente después de la donación recibida por parte de un empresario local, Juan Pedro Achaga valora el poder usar los test rápidos. “Estamos haciendo test a toda gente que no es de Rauch, por ejemplo en los remates (de animales), que vienen de Tandil, Olavarría o de Rosario… a todos se le hace test. Los médicos que vienen de otras ciudades se les hacen test cuando llegan… Y así se va a hacer con la Policía”.
Estos seis meses de trabajo y el fruto de una ciudad libre de virus sin embargo, no han sido “gratis” para el personal. “Se ha realizado un seguimiento extraordinario persona x persona. Se ha llamado a gente ante denuncias de los vecinos, se ha mandado a la policía. Eso ha sido cuerpo a cuerpo… un esfuerzo impresionante, que bueno, obviamente nos ha dado nuestros dolores de cabeza. Muchas medidas que otras ciudades no se han hecho. El factor suerte está, porque en la vida siempre hay que tenerla. Puede haber habido, porque gente entra y nos podría haber tocado. Las cosas en la vida, para que salgan bien, en todos los órdenes, se precisa suerte…

“La batalla se gana en la calle”.

Para el intendente Maximiliano Suescun, Rauch ha llegado hasta aquí sin casos positivos, por varias cuestiones. En este sentido destaca que “durante mucho tiempo la región estuvo exenta del virus, o con situaciones muy controladas. El caso más concreto es el de Tandil, donde recién hace unas semanas tiene un problema de contagios importante. La región se mantuvo bastante protegida.

Suescun y Achaga, juntos en conferencia de prensa.

En cuanto a Rauch, considera que fue “una estrategia acertada haber apostado al cierre hacia afuera. La frase que nos guió siempre en todo el trabajo, no solo al Gobierno sino a la gente en general fue ‘la batalla se gana en la calle, no en el Hospital’. Yo he visto en muchos lados excesivo esfuerzo hacia dentro del sistema de salud. Y obviamente que mientras va pasando el tiempo hay que prepararlo… pero el trabajo estaba en la calle. Haber cerrado cada vez más, y con cada vez más cosas hacia afuera; haber podido establecer esa división al ingreso (N. de R.: se refiere a la oblea que identifica que se es de Rauch) para poder poner más hincapié en la gente que viene de afuera y dejar entrar más libremente a la gente de Rauch, también ha servido”. Suescun, como ha sido una marca de su gestión siempre, hace una referencia muy concreta hacia el compromiso de la ciudadanía: “la gente lo tomó muy en serio también, no tanto adentro, porque cuando no tenés el virus es distinto (eso va a ser muy importante a partir de ahora), pero quienes han ido afuera, se han cuidado mucho. Los transportistas, los camioneros, aquellos que han tenido que hacer una visita por temas de salud, los comerciantes que han tenido que salir… creo que han tenido muchos recaudos. Hay casos para destacar enormemente porque han estado en contacto con muchísima gente: los estacioneros, los playeros de las estaciones de servicios que están sobre la ruta… con la cantidad de gente que ha pasado, sin duda que con alguno han tenido contacto. Y sin embargo han hecho las cosas demasiado bien para no ingresar el virus a la ciudad. Es una tarea en conjunto”.

Maximiliano Suescun.

Por último, el Intendente resalta el haber trabajado con todas las instituciones, y “el tirar todos para el mismo lado», tener un único discurso, eso orienta mucho a la gente también. Y una cuota de suerte: el de arriba, nos está ayudando muchísimo…
Trabajo en equipo, planificación, prevención, suerte… denominadores comunes en una cruzada epopéyica que mantiene a 15 mil habitantes en vilo. Y cuentan que van por más…

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