«Esto es un tema de generación de espacio, de limpieza, sanitario y de medio ambiente», indicó Fernando Dumón, de la Comisión de Asuntos Rurales, que impulsó las gestiones para poder quitar la maquinaria obsoleta almacenada por años en Obras Públicas.
El Municipio, en un trabajo conjunto de la secretaría de Obras Públicas, la comisión de Asuntos Rurales y la Cooperadora de la URRA, se encuentra trabajando en el desguace de máquinas viales y vehículos de uso urbano y rural que ya cumplieron su vida útil y se encontraban en desuso en el predio de Obras Públicas. Allí por años se habían logrado acumular de manera indiscriminada a medida que dejaban de funcionar, ocupando un espacio importante y que era necesario avanzar en su desmantelación final, ya que presentaba una contaminación ambiental y visual, además de la proliferación de ratones y ratas. Así fue que, tras la autorización del Concejo Deliberante, todo se está vendiendo como chatarra a una empresa de Tandil, cuyo personal ya se encuentra trabajando, cortando el material y cargándolo en camiones, para trasladarlos hacia la vecina localidad. Los fondos que se recauden por su venta de destinarán a Obras Públicas.
Sobre este tema habló con canal 2 Noticias, el veterinario Fernando Dumón, que preside la comisión de Asuntos Rurales. En tal sentido manifestó que «había un gran anhelo de la comisión de poder concretar este paso, ya que teníamos una gran preocupación para darle un destino final a toda la maquinaria que estaba en desuso. Era algo en lo que veníamos trabajando desde hace dos años, ya cuando estaba Mariano Alonso como secretario y por lo tanto avanzamos en un inventario general municipal para solicitar que esos bienes se dieran de baja, así que hubo que dar varios pasos legales para poder resolverlo y ahora parece que se han alineado los planetas, llevando adelante la limpieza de todos esos elementos».
«Hay maquinaria que se va usando y a través del tiempo se rompen, cumplen su vida útil y quedan en desuso y comienzan a quitarle repuestos para otras máquinas aun en funcionamiento y por lo tanto es muy difícil que vuelvan a andar, quedando como chatarra, es decir que se va formado un cementerio de esqueletos de fierros, desde máquinas, y otros diferentes tipos de vehículos y se van acumulando, hasta que se genera un problema, que en algún momento se debe resolver, pero hay que hacer un inventario para poder dar todo de baja y proceder a su desmantelación final como chatarra».
Indicó que desde hace más de 15 años que no se ejecutaba una operatoria de estas dimensiones. «Esto es un tema de generación de espacio, de limpieza, sanitario y de medio ambiente, donde comenzamos primero por un plan de desratización muy grande para luego poder trabajar en el lugar y lo comenzamos desde hace 6 meses, con profesionales que avanzaron en la colocación de trampas para desratizar».
Dumón agradeció la disposición del Concejo Deliberante, que autorizo una nueva disposición, para que los objetos se pudieran vender como chatarra, a través del mecanismo que utiliza la cooperadora de la URRA, ya que el anterior sistema era por subasta pública lo que «era más engorroso y llevaba más requisitos para vender este tipo de maquinaria. En este caso sale todo cortado y desmantelado, sin la posibilidad de que alguna máquina pueda volver a ser rearmada y puesta en funcionamiento. Ahora se cortan, se clasifican por clase de materiales, se cargan con una pluma al camión o se compactan para facilitar su traslado y se pesan para su venta posterior como chatarra».
Dumón dijo que por el momento todavía no se estimó el monto que recaudará el Municipio, ya que la empresa de chatarrería de Tandil todavía permanece trabajando en el desguace de los elementos en desuso.
