Órgano Parroquial: algo de cien años de historia…

Compartimos los datos sobre las diferentes etapas que atravesó el gran instrumento musical en la Iglesia. Una reseña que elaboró la docente María Dolores Bassagaisteguy y que fue leída durante el acto recordatorio del pasado viernes, en el Templo Parroquial.

Gaspar Basolo sacerdote de Jesucristo, nacido en Italia, por circunstancias de su historia personal en 1917 llega a Rauch, para secundar al Padre Alegret, quedando a cargo de la parroquia.
Rauch, en plena etapa de crecimiento a diez años de su fundación, campo propicio para continuar caminos iniciados, fue cera blanda en sus manos. Realizó una obra amplia y profunda en el templo parroquial, apoyado por una comisión de vecinos, siempre con la contribución del pueblo.
Sacerdote con un espíritu muy cultivado intuyó, descubrió, en su relación profunda con Dios quizá uno de los sueños del Padre para esta iglesia y lo materializó en un afán: lograr un órgano para esta ciudad, construído a medida para este templo, en una casa especializada en Italia, suscripción popular de por medio, viaje del Padre que regresó a Argentina con sus dos hermanas, una de ellas Margarita Basolo, organista como él mismo.
El instrumento de la firma «Natale Balbiani» de Milán (Italia), llegó a Rauch en 1923.
¡Cuántas resonancias habrá despertado el hecho del traslado, la llegada y ubicación del instrumento que visto desde hoy, a cien años, parece tan distante!
La Bendición fue realizada por Mons. Santiago Luis Copello, que había visitado Rauch, cinco años antes, para la inauguración del Altar Mayor de la Iglesia.
El pueblo de Rauch, participó gozoso de los actos de inauguración del Órgano seguramente sintiéndose parte por haber contribuido posibilitando la obra iniciada por el Párroco Gaspar Basolo, quien era acompañado por las autoridades civiles y grupos de señoras, siempre presentes con su trabajo de organización, asistencia y sostenimiento.
Los años pasaron y trajeron un deterioro creciente. Alrededor de 1986 había caído prácticamente en desuso.
En el libro «Rauch en el tiempo», Don Pedro Horacio Petreigne, dice:
…»En junio de 1986, ante la posibilidad de poderlo restaurar, se constituyó una Comisión Pro Restauración del Órgano Parroquial, magníficamente asistida por Aidé Otegui (Chiquita). Se contrató al Señor Alejandro Badi, Organista y Organero especialista en órganos de tubos que había culminado su formación en Europa con un Master de Organería realizado en Viena.»
Coincide la restauración con la llegada a Rauch de la organista Cristina Ayala, quien tras su
boda con nuestro vecino Daniel Zudaire en diciembre de 1988, viene a vivir a esta ciudad.
Esto aseguraba al órgano una presencia que lo mantuviera activo para continuar su vida útil.
Cristina conoció al Sr. Badi en 1989 cuando vino a interpretar en el órgano la música para un casamiento. La comunicación entre ambos resultó vital para un mantenimiento periódico.
Todo se fue resolviendo, siempre con el auxilio de un grupo que apoyaba.
Enrique Rimoldi, organista y organero, presupuestó el mantenimiento para el tiempo presente e inició a Alan Pianesi que atiende actualmente su correcto funcionamiento.
La partida de Cristina Ayala y familia a vivir en el extranjero es otro hito para el órgano, que sigue requiriendo atención ininterrumpida.
Es el momento en que se pudieron vivenciar las palabras evangélicas: «NO TEMAS PEQUEÑO REBAÑO».
Porque aparece en escena una institución que lentamente y en silencio comienza a prohijar las actividades de apoyo al Órgano, a los visitantes y a un grupo incipiente que surge de la necesidad de unirse para maximizar esfuerzos. La Institución es la Sociedad San Vicente de Paul. Conferencia Rauch. Damas Vicentinas.
Actualmente cumple ese rol tan importante de respaldo en distintos asuntos que le son requeridos el Grupo Amigos del Órgano parroquial, coordinado por Adriana Sica.
La Municipalidad de Rauch desde el Fondo de Apoyo a la Cultura hace importantes aportes para mantenimiento del órgano.
Desde 1991 hasta la actualidad, el Rey de los instrumentos, como se ha dado en llamarle, brilló en grandes concertistas que llegaron a la ciudad:
Zygmunt Strzep de Hamburgo (Alemania), Germán Torre (Argentino) y Rogelio Hernández López (Violoncello – México), Mario Berón de Astrada (Alemania), Mario Duella (Italia), Luis Caparra (Argentina), Víctor Urban (México), Cristina Ayala (Argentina), Matteo Imbruno (Países Bajos),Enrique Rimoldi (Argentina), Alan Pianesi (Argentina), Michal Szostak (Polonia).
«SOLI DEO GLORIA» / «SÓLO A DIOS LA GLORIA». J. S. Bach

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